La postergación de trabajos de reparación o modernización de los ascensores y montacargas, por efecto de la situación económica y la pandemia de Coronavirus, podría provocar deterioros, afectar su funcionamiento y hasta producir graves accidentes, según afirmó la Cámara Empresaria de Conservadores de Ascensores y Afines (Cecaf).
En la Ciudad de Buenos Aires existen más de 80.000 elevadores registrados, con una antigüedad promedio estimada en 60 años, lo que incrementa la necesidad de no postergar reparaciones o modernizaciones para que no caigan en la obsolescencia, añadió la cámara.
En la ciudad de Buenos Aires existen más de 80.000 elevadores registrados, con una antigüedad promedio estimada en 60 años
Desde la Cecaf precisaron que por la pandemia y el efecto de las restricciones laborales y sanitarias, sumada a la situación económica de muchos consorcistas y empresas, la normal actividad de inspecciones y arreglos se ha visto alterada.
"Se hacen millones de viajes por día y por eso es necesario que vecinos y administradores tomen conciencia de la situación, porque los siniestros pueden ocurrir en forma impensada y luego es tarde para lamentarse", sostuvo Guillermo López, presidente de la entidad.
Explicó que los inconvenientes ocurren por "tres causas principales, como son la falta de mantenimiento; la falla de materiales por envejecimiento o roturas y el uso inadecuado por parte de los usuarios".
Al respecto, ejemplificó que "subirse a un ascensor, que puede subir 10, 20 o 30 pisos, que no tenga las revisiones y actualizaciones pertinentes de rutina, es como subir a un colectivo o tren al que no se le revisan los frenos o no se le cambian las ruedas en 5 años", ejemplificó.
Por eso la Cámara solicita a los usuarios verificar el Código QR que debe estar colocado en forma obligatoria en una de las paredes del ascensor, ya que eso permite "acceder a los datos de conservador, el estado de su matrícula y el resultado de las inspecciones y revisiones".