La ministra de Salud, Carla Vizzotti, se reunió ayer con MaryKay Carlson, la Encargada de Negocios de la Embajada de Estados Unidos, para destrabar la llegada de 900.000 dosis de AstraZeneca que fueron producidas en Argentina y continúan retenidas en el país norteamericano.
A nivel mundial, los conflictos por incumplimiento de contratos en relación a las vacunas contra el coronavirus sigue en subida. En el marco del acuerdo con AstraZeneca por 22 millones de dosis, el lote de la discordia entre Argentina y Estados Unidos fue producido en por el laboratorio de Hugo Sigman, Mabxience, y enviado al Liomont, en México, para su envasado.
Pero el país no logró conseguir el filtro de vidrio microparticulado que se usa para filtrar, fraccionar y envasar el principio activo, y no pudo concretar el procedimiento.
Las dificultades comenzaron ya que el por entonces presidente estadounidense, Donald Trump, cerró la exportación de productos médicos por la pandemia del coronavirus. Esto suscitó que México enviara las dosis a Estados Unidos para que concluyera el proceso. Sin embargo, las vacunas continúan retenidas en suelo norteamericano.
Las funcionarias repasaron "las acciones de trabajo que lleva adelante el gobierno argentino para sostener el apoyo" de Estados Unidos en "la respuesta a esta situación crítica mundial y nacional".
La situación es particularmente grave teniendo en cuenta que Argentina ya pagó por el 60 por ciento del total de las 22 millones de vacunas, pero aún no recibió ninguna dosis. Si bien el contrato afirmaba que comenzarían a llegar en marzo, aún no hay detalles sobre la extensión de los plazos. AstraZeneca reiteró que llegarán en el primer semestre de este año.
También participó de la reunión, junto a Vizzotti, la asesora presidencial Cecilia Nicolini. En Casa Rosada, las funcionarias repasaron "las acciones de trabajo que lleva adelante el gobierno argentino para sostener el apoyo" de Estados Unidos en "la respuesta a esta situación crítica mundial y nacional", indicó un comunicado de Presidencia.
