A similitud de lo que dispuso la provincia de Buenos Aires ayer, el gobierno porteño determinó mediante un decreto que, en virtud de “la velocidad con que evoluciona la situación epidemiológica”, se restrinjan las operaciones quirúrgicas que no sean de urgencia durante los próximos 30 días.
El Ministerio de Salud en su carácter de Autoridad de Aplicación, ha considerado “necesaria” la adopción de medidas a los fines de reducir la amenaza y los riesgos sanitarios. Este decreto, firmado por Horacio Rodríguez Larreta, el jefe de gabinete, Felipe Miguel y el ministro de Salud, Fernán Quirós.
“Los efectores del subsistema de salud privado y los de la seguridad social deberán reprogramar y suspender, durante el plazo de treinta (30) días corridos, la atención programada y las intervenciones médicas vinculadas a patologías que con criterio médico no sean de carácter urgente o que puedan ser discontinuadas o postergadas, a fin de contar con la mayor cantidad de recursos asistenciales disponibles que permitan la atención de pacientes con COVID-19, tanto ambulatoria como de internación”, se indica.
Esto ocurre un día después a lo dispuesto por el gobernador Axel Kicillof. A través de la Resolución 1297 se indicó que el uso de las camas de terapia intensiva del sector público y privado sean puestas a disposición de pacientes con coronavirus únicamente.
También se precisó la suspensión y reprogramación de toda cirugía y/o procedimiento que se puedan postergar por la pandemia de coronavirus. Siempre a criterio médico y en tanto no revistan urgencia, sosteniendo la atención ambulatoria y las acciones de prevención.
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