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Columnistas

La batalla de los petrodólares

Por Federico Yañez

Las semifinales de la Champions League masculina tendrán un aroma fuerte, relativamente nuevo, pero cada vez más presente: el olor a los dólares del petróleo. Tres de los cuatro equipos vienen financiándose de las regalías del crudo, mientras el presidente del otro intentó meterse en el negocio de los hidrocarburos y terminó cobrando una fortuna como indemnización. La atención estará centrada en PSG contra Manchester City, el duelo definitivo entre las familias reales de Qatar y Emiratos Árabes Unidos para definir al dueño del nuevo orden mundial de la pelota. 

El modelo de los petrodólares para conseguir la gloria deportiva comenzó a gestarse en 2003 cuando el oligarca ruso Roman Abramovich compró Chelsea por alrededor de 165 millones de dólares y, tras consolidarlo como uno de los equipos más ganadores de la década en Inglaterra, en 2012 finalmente obtuvo la Champions League. El Real Madrid será la escala previa para buscar un lugar en la definición en Turquía, cuyo gobierno actualmente está inmerso en una disputa política con Grecia por los yacimientos de gas del Mediterráneo oriental. Florentino Pérez, presidente del merengue, es dueño de ACS, la segunda constructora más importante de Europa detrás de la francesa Vinci: uno de sus dueños es el Fondo Soberano de Qatar, que a su vez posee el PSG. En 2012 comenzó lo que se conoció como proyecto Castor, un plan para un depósito de gas natural en una antigua plataforma petrolera frente a las costas de Catalunya y la Comunidad Valenciana. La idea se truncó en 2019 y el estado tuvo que indemnizar a Escal UGS, dueñas del 66% de las acciones, propiedad de Florentino, con 1.350 millones de euros.

Las cabezas de los cuatro clubes totalizan una fortuna que supera los 60.000 millones de dólares, un 34% más de las reservas que tiene el Banco Central en sus bóvedas.

Las cabezas de los cuatro clubes totalizan una fortuna que supera los 60.000 millones de dólares, un 34% más de las reservas que tiene el Banco Central en sus bóvedas, que esta semana superó los 40.000 millones en verdes.  

El duelo que atrae todas las miradas

Sin embargo, el duelo que acapara las miradas de todos es el de PSG contra el Manchester City, una suerte de batalla entre las familias de Qatar y Emiratos Árabes, dos de las realezas más ricas del mundo solo por debajo de las de Arabia Saudita y Kuwait, todas favorecidas por el líquido oscuro que yace bajo el suelo donde habitan. En Qatar los primeros descubrimientos fueron a finales de la década de 1930, mientras que en 1958 se encontraron los primeros yacimientos en Abu Dhabi. En 2020 entre ambos produjeron 5 millones de barriles de petróleo diarios. Un montón de plata. 

Mbappé y Neymar, por los que el PSG pagó más de 400 millones de euros.

Los emiratíes pegaron primero en 2008 cuando el jeque Mansour bin Zayed Al-Nahyan, hermano del Sheikh Khalifa bin Zayed bin Sultan Al Nahyan, presidente del país, firmó un cheque por 250 millones de euros y se quedó con Manchester City, el que entonces era el equipo chico de la ciudad. En estos años el City Group se ha ido expandiendo a franquicias en Estados Unidos, Australia, Japón, España, India o Uruguay. En el vecino oriental se quedaron con el Torque, que en 2019 volvió a Primera División, el año pasado cambió su nombre por el de Montevideo City Torque y este año se metió en la zona de grupos de la Copa Sudamericana donde compartirá el grupo B con Independiente, el Bahía de Brasil y Guabirá de Bolivia.

El Montevideo City Torque, una de las franquicias del equipo inglés.

El equipo inglés se metió solo una vez en semifinales de la Champions en 2016, cuando perdió contra el Real Madrid. Eso significó la salida del chileno Manuel Pellegrini y la llegada de Pep Guardiola, que buscará el título que ya ganó dos veces con Barcelona. Su hermano Pere, además de ser su representante, es el presidente del Consejo de Administración del Girona español, el sexto club que compraron los emiratíes en 2017. En los últimos 20 años se han gastado 2.800 millones de dólares en refuerzos y desde la llegada del catalán, 707 millones para lograr la Orejona.

El techo de cristal del PSG

El PSG estuvo cerca de romper su techo de cristal el año pasado cuando llegó a la final de la Champions, pero cayó 1-0 contra el Bayern Munich, de quien se desquitó esta semana y lo eliminó. El Qatar Sports Investment, la rama deportiva del Fondo Soberano de Inversión del estado árabe, compró el club en 2011, que tiene como presidente y CEO al extenista Nasser Al-Khelaifi. Es amigo de Tamim bin Hamad Al Thani, heredero al trono y compañero de dobles, lo que le permitió insertarse en el mundo empresarial y además ser parte del Comité organizador del Mundial 2022, que el país ganó un año antes del desembarco en París.

El presidente del fondo dueño del PSG es Nasser Al-Khelaifi, amigo de Tamim bin Hamad Al Thani, heredero al trono de Qatar, lo que le permitió ser parte del Comité organizador del Mundial 2022.

Nasser Al-Khelaifi, el qatarí dueño del PSG.

La segunda etapa para intentar dominar el continente comenzó en 2017 cuando pagaron 222 millones de euros por Neymar y otros 180 millones por Kylian Mbappé que suenan fuerte para irse a Barcelona y Real Madrid. Tras la victoria en Munich, el presidente dijo que Neymar y Killian Mbappé “no tienen excusas para irse”. Si llegaran a hacerlo, eso desactivaría la posibilidad de que Lionel Messi pudiera llegar en junio, algo que presumiblemente tampoco pasaría con el City, que no le renovó contrato a Sergio Agüero, señalado en la prensa catalana como potencial refuerzo para Ronald Koeman.

Si Neymar y Mbappé llegaran a irse del PSG, eso desactivaría la posibilidad de que Lionel Messi pudiera arribar en junio, algo que tampoco pasaría con el City, que no le renovó contrato a Agüero y es un potencial refuerzo para el Barcelona.

La Copa del Mundo del año que viene se logró gracias al dinero del crudo y también a pagos irregulares que recibieron algunos miembros del Comité Ejecutivo de FIFA, por lo que estuvo detenido Michel Platini, acusado de ceder a la presiones del expresidente francés Nicolas Sarkozy de votar por Qatar. La FIFA encargó al exfiscal estadounidense Michael Garcia el informe que lleva su apellido, donde supuestamente descubrió grandes irregularidades, pero que nunca se hizo público.

Producto del calor que hay a mitad de año, será el primer Mundial que se haga entre noviembre y diciembre. Este año Qatar sí recibió una buena noticia en lo geopolítico cuando Arabia Saudita decidió reabrir sus fronteras tras tres años de un bloqueo al que se habían sumado otros seis países de la región. Por otro lado, se acumulan las denuncias que viene haciendo Amnistía Internacional por abusos, explotación y muerte de obreros que migran de otros países para las obras en estadios y rutas. El organismo calculó en alrededor de 4.000 las potenciales víctimas hace unos años, pero el diario inglés The Guardian publicó hace dos semanas que esa cifra podría estar en 6.500

El 28 de abril de abril y el 5 de mayo serán los dos partidos que depositarán a uno de los equipos inflados a fuerza de oro negro en la final del 29 de mayo en Estambul para intentar, por segundo año consecutivo, que el dinero de Medio Oriente conquiste el partido más importante del mundo. Jugadores tiene, recursos sobran, solo falta que entre la pelotita.