El Movimiento príncipe Felipe es una secta religiosa seguida por la gente de una isla recóndita cercana a Australia. Los isleños de Tanna en Vanuatu creen que el príncipe Felipe, duque de Edimburgo, consorte de la reina Isabel II , es un ser divino.
El monarca, recientemente fallecido, es una especie de deidad para esta tribu que se basó en una leyenda para creerlo. Según los antiguos cuentos de este pueblo llamado Yaohnanen, el hijo de un espíritu de montaña viajó por los mares a una tierra lejana y allí se casó con una mujer poderosa. El cuento prometía que con el tiempo este hombre elegido volvería con ellos. Los lugareños observaron cómo respetaban los funcionarios coloniales a la reina Isabel y llegaron a la conclusión de que su esposo, el príncipe Felipe, debía ser el hijo al que se refieren sus leyendas.
Se creé que este culto se inició en algún momento de la década de 1950 o 1960. La pareja real visitó Vanuatu en 1974 y algunos aldeanos tuvieron la oportunidad de ver al príncipe Felipe desde la distancia. A partir de ese momento al adoración por el soberano creció notablemente.
Uno de los Comisionados residentes le sugirió a Felipe que enviara a los lugareños un retrato de sí mismo. El príncipe estuvo de acuerdo y les mandó una fotografía oficial firmada. Los aldeanos respondieron enviándole un garrote tradicional de matanza de cerdos llamado nal-nal.
Vernuatau es una isla paradisíaca que forma parte de un archipiélago de origen volcánico y está a 1.750 kilómetros al este del norte de Australia. Dedicada en mayor medida al turismo, estas islas forman parte de varios proyectos internacionales para reducir el impacto del cambio climático