20 directivos de colegios bonaerenses firmaron una carta dirigida a la Dirección General de Cultura y Educación para solicitar cambios en el protocolo provincial que rige en el funcionamiento de las clases presenciales.
Se sugieren principalmente dos cuestiones: que el docente no sea considerado contacto estrecho de todos los alumnos a quienes dio clase en las últimas 48 horas y la posibilidad de extender las horas permitidas de clases presenciales por jornada.
Para acompañar este pedido, la legisladora de Juntos por el Cambio, Noelia Ruiz, presentó un proyecto en el Ejecutivo provincial. También se está difundiendo un Formulario de Google para que los padres dejen más detalles de su situación y la de sus hijos.
“Cuando nos reunimos para compartir experiencias, notamos que todos estamos enfrentando los mismos problemas relacionados con el cumplimiento del protocolo: todos estamos abriendo y cerrando burbujas constantemente, todos tenemos muchos docentes dispensados por ser considerados contacto estrecho con los alumnos”, detalló Darío Álvarez Klar, director integral del colegio privado Northfield.
“En varias ocasiones, la sospecha de coronavirus de un estudiante de secundaria hizo que tuviéramos que aislar a unos 15 profesores”, manifiesta Teresa De Stefano, directora de relaciones con la comunidad del mismo colegio.
Las medidas sanitarias indican que el docente debe usar tapabocas, máscara facial y mantenerse a dos metros de distancia de sus alumnos. Es por este motivo que los firmantes de este documento consideran que no es necesario aislarlos en el caso de que un alumno presente síntomas compatibles con coronavirus. También piden extender las cuatro horas de jornada en aquellos colegios con espacios suficientes para contener a los estudiantes.
“Muchos colegios de doble escolaridad damos las cuatro horas de clases presenciales y sumamos clases virtuales en el contraturno. Pero la virtualidad no logra compensar las horas de presencialidad que faltan y eso hace que terminemos disminuyendo la propuesta educativa”, afirma Álvarez Klar.
Para Maximiliano Gulmanelli, director general del colegio Pilgrims de San Isidro, el límite horario de cuatro horas “no tiene fundamento en las medidas de cuidado”. “Nosotros tenemos la posibilidad de garantizar una jornada completa para algunos grados. Queremos brindarle una presencialidad de ocho horas a los alumnos de sala de cinco y de los primeros tres grados de primaria, que son menos autónomos para hacer clases virtuales”, comentó.
A la carta se le sumó un tercer pedido: la aprobación de los protocolos para Educación Física y Educación Artística. Este ya obtuvo una respuesta favorable. Ahora se permite que los estudiantes puedan quitarse el tapabocas mientras estén practicando actividad física y que mantengan un distanciamiento social de entre dos y cinco metros, dependiendo del tipo de deporte que realicen. También durante las clases corales los alumnos deben permanecer a una distancia mayor a los 2 metros y recomienda que cada uno lleve sus propios instrumentos, y que no se utilice los que son de propiedad de la escuela.
