El viernes pasado la justicia hizo lugar a un amparo de Alejandro Scannapieco, ejecutivo de Globant, de software e IT con ingresos mayores a los $230 millones de dólares.

El empresario reclamaba no pagar el “Aporte solidario y extraordinario para ayudar a morigerar los efectos de la pandemia”. Su argumento consiste en que este nuevo impuesto era confiscatorio, lo que significa que, si se ve obligado a pagarlo, el aportante se ve inhibido de mantener su propiedad o status. Es decir, "Yo tengo determinado status, soy rico, y si pago el impuesto voy a dejar de serlo".

La jueza dio lugar al amparo porque, para ella, este implica gravar dos veces el patrimonio de los afectados, ya que el impuesto a los bienes personales se calcula sobre la misma base.

El aporte extraordinario solo se aplica sobre aquellos con patrimonios de más de 3 millones de dólares, y exige un pago del 2% al 3%, con una alícuota que puede llegar al 5,2% en el caso de que el dinero esté en el exterior.

Scannapieco, quien busca zafar del impuesto extraordinario, es ejecutivo de la empresa Globant. Esta compañía, que ofrece servicios de software y tecnología de la información, es uno de los cuatro "unicornios argentinos", junto a Mercado Libre, OLX y Despegar.

La empresa actualmente está valuada en 6.500 millones de dólares en la Bolsa de Nueva York y el precio sus acciones aumentaron un 155%. Es decir, de 1252 pesos a 5385. Su valor equivale a dos veces el valor de YPF, 3 veces del Banco Macro, 6 veces Pampa Energía y 23 veces de CRESUD.

Es decir que subió el 155% en dólares más lo que subió el dólar este año. En total, si Scannapieco tenía una parte importante de sus ahorros en la forma de acciones de Globant, su patrimonio creció un 330% en el último año.