Con el objetivo de reactivar al sector de la construcción, el gobierno promulgó la ley que promueve el blanqueo de capitales para la construcción de obras privadas nuevas. Esta mañana se publicó en el Boletín Oficial la Ley de incentivo a la construcción federal y acceso a la vivienda, que representa un sinceramiento fiscal para reactivar a un sector especialmente deprimido tras la pandemia del coronavirus.
El dinero derivado del sinceramiento fiscal actual tendrá que destinarse únicamente a la construcción de obras privadas nuevas o con un grado de avance inferior al 50% y, a diferencia del 2013, cuando sólo se promovía el blanqueamiento de dólares, la nueva ley contempla la declaración de pesos, los cuales deberán depositarse en una Cuenta Especial de Depósito y Cancelación para la Construcción Argentina.
La medida tendrá una vigencia de 120 días- desde hoy al 10 de julio- e incluye un impuesto de 5% durante los primeros 60, que ascenderá a 10% hasta el día 90 y luego al 20%, durante los últimos 30 días.
Desde el sector de la construcción, estiman que estas medidas tendrán un efecto positivo y, según las estimaciones del Senado, se espera que se exterioricen unos USD 5.000 millones.