La escritora Beatriz Sarlo declaró como testigo en la causa que investiga la vacunación VIP. Según afirmó ante la jueza María Eugenia Capuchetti, el ofrecimiento para que se aplicara la Sputnik V fue realizada por Soledad Quereilhac, la esposa del gobernador de la provincia de Buenos Aires Axel Kicillof.
“El ofrecimiento fue a fines de febrero por intermedio de mi editor de Siglo XXI, Carlos Díaz. Por lo que yo entendí, desde provincia de Buenos Aires estaban vacunando para lograr fotos que persuadieran a la gente. En ese momento todavía había cierta duda de la efectividad de la vacuna”, sostuvo. Para acreditar sus dichos, presentó mails en donde surge la convocatoria a formar parte de una campaña para generar confianza en la dosis rusa.
La periodista e intelectual había contado que le habían ofrecido una vacuna “por debajo de la mesa” antes de que estallara el escándalo que derivó en la renuncia del ex ministro de Salud, Ginés González García. “El editor me dijo que la idea era legitimar la vacuna a través de figuras públicas. Yo soy de Capital, no estaba anotada en el registro. Como Soledad fue alumna mía, ella se puso en contacto con él”, agregó.
Al arribar a los tribunales de Comodoro Py, Sarlo habló con la prensa: “No acepté vacunarme porque tengo ética. A la jueza le voy a dar la información”, dijo. La ensayista fue citada como testigo en la causa en la que se investigan supuestas irregularidades en el Ministerio de Salud de la Nación y en la que está imputado González García.
Ya declararon como testigos médicos y empleados del Hospital Posadas junto con miembros de una comitiva que fue al ministerio a aplicar vacunas cuando se inmunizó a varias personas, entre ellas el periodista Horacio Verbitsky.