La ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad Elizabeth Gómez Alcorta conversó con Ernesto Tenembaum sobre el recrudecimiento de la violencia de género registrado el último año. La funcionaria se refirió a los desafíos de convertir esta lucha en política de Estado, las falencias judiciales y a la polémica por el acto que el presidente Alberto Fernández compartió con el gobernador Gildo Insfrán tras la represión en Formosa.
La abogada feminista reflexionó sobre los efectos del aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO) en nuestro país y planteó que el incremento de la violencia machista fue un fenómeno que se repitió en la región y en otras partes del mundo. "Para las mujeres, la pandemia implicó un retroceso en el mercado laboral en dos décadas, y cuanto menos independencia y posibilidad de decidir tienen, más aumentan las violencias. La crisis económica y sanitaria tiene un impacto enorme en ellas".
A su vez, cuestionó el funcionamiento de la justicia a la hora de abordar estos casos y explicó que eso tiene una incidencia concreta en la cantidad de denuncias recibidas. "Solo el 20 por ciento de las mujeres en situación de violencia hace la denuncia. Si bien no hay una respuesta única para todos los casos, la mayoría no se acerca a pedir ayuda porque no tiene confianza en el Estado. En muchos casos saben que ir a denunciar puede implicar una represalia, además de que a veces el agresor es el padre de sus hijos o un familiar. Muchas nos cuentan que si se van de sus casas no tienen dónde ir ni quien le dé de comer a sus pibes", señaló.
"Los números de femicidios y travesticidios pusieron al descubierto enormes problemas que tienen que ver con los poderes judiciales y con la policía. Resolver el tema de las violencias implica ocuparse como Estado, y eso significa que cada provincia tiene mucho para hacer. Por ejemplo, el 70 por ciento de los municipios del país no tienen áreas de género ni un equipo especializado que acompañe a esas mujeres. Entonces es muy complejo y requiere un esfuerzo estatal de todos los niveles y todos los poderes", agregó.
Por último, Gómez Alcorta habló de la controversia generada por el acto presencial convocado ayer por el presidente para firmar el Acuerdo Federal para una Argentina Unida contra la Violencia de Género. El gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, formó parte de este encuentro, y algunos señalaron lo que pareció un gesto de apoyo de Fernández para el funcionario tras las manifestaciones y la represión el pasado fin de semana en su provincia.
"Invitar a todos los gobernadores menos al de Formosa hubiera lastimado la legitimidad del acto", opinó la ministra. "Ayer, el presidente repudió la represión y le hizo saber su malestar a Insfrán. ¿Qué más esperan? Antes de la represión estuve acompañando a una mujer de la Villa 31 reprimida por el Gobierno de la Ciudad. ¿No habría que haberlo invitado a Larreta por eso? A mí me llena de orgullo tener un presidente que frente a estos hechos no mire para otro lado", concluyó.
