En la última semana, luego de las fuertes declaraciones de la vicepresidenta Cristina Kirchner, la ministra de Seguridad Marcela Losardo quedó sobre la cuerda floja. Las presiones de parte del kirchnerismo por su renuncia se hicieron más fuertes y el mismo presidente Alberto Fernández salió a ratificarla.
En el marco del Día de la Mujer, la funcionaria participó de un encuentro con gobernadores y con el mismo presidente quien decidió no removerla del cargo. El sector ligado a la expresidenta se puso más intenso desde el primero de marzo, cuando ella declaró en la causa Dólar Futuro y apuntó directamente contra la Justicia.
Cristina acusó de un “lawfare” en su contra y de recibir persecuciones judiciales. Estas palabras se sumaron a las definiciones de “funcionarios que no funcionan”, que había esgrimido cuando publicó su carta a través de las redes sociales, al cumplirse el primer aniversario de gobierno.
Pero Losardo no era la única señalada dentro del Frente de Todos por el propio kirchnerismo: El jefe de Gabinete Santiago Cafiero, el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, y la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra también estaban en la lista.
Las medidas que reclama el kirchnerismo
A pesar de que la funcionaria sea del riñón del jefe de Estado, se ve asediada por dirigentes kirchneristas y legisladores afines a Cristina.
El senador Oscar Parrilli contó que le pidió al presidente “una comisión bicameral”, compuesta por diputados y senadores, para “investigar a la Justicia”.
De hecho, el mandatario comentó, en su discurso de la apertura de las Sesiones Ordinarias del Congreso, que le pidió al Poder Legislativo, “con muchísimo respeto” que “asuma su rol de control cruzado sobre el Poder Judicial. Así lo prevé nuestra Constitución Nacional”.
Sin embargo, la ministra salió a aclarar que la llamada “Comisión Parrilli” tendrá como función “estudiar el funcionamiento del Poder Judicial, hacer propuestas y citar a audiencias públicas”, pero que no podrá “sancionar” a los jueces dado que eso sería “inconstitucional”. “Lo que no puede arrogarse la bicameral son atribuciones de otros poderes, como las cuestiones disciplinarias”, añadió.
El respaldo a la reforma judicial
Uno de los principales motivos por los que Losardo conserva su puesto es el apoyo que realiza a la reforma judicial. En una declaración radial, ella manifestó que “la Justicia tiene que cambiar” y que “hay muchas causas judiciales que tienen un montón de vicios”.
Finalmente, criticó a la oposición de haber tomado una postura “antes de conocer el proyecto” y que ya hablaban de “impunidad”. “Antes de leerlo decían que era para la impunidad de la vicepresidenta. Algunos quieren seguir como está la Justicia ahora”.