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Sociedad

Preocupación por la conservación de los humedales en peligro

Los humedales son áreas que se inundan temporariamente, donde el agua subterránea aflora en la superficie o en suelos de baja permeabilidad cubiertos por agua poco profunda. Por su gran biodiversidad, son uno de los ambientes más productivos del mundo. En Argentina, estos ecosistemas abarcan aproximadamente 600.000 km², más del 20 por ciento del territorio nacional, aunque aún no hay datos exactos. La discusión en torno a la necesidad de protegerlos legalmente se instaló a partir de los incendios ocurridos el año pasado en el Delta del Paraná.

Pero, ¿qué es un humedal?

Los humedales retienen y almacenan agua apta para el consumo humano y la producción. Pero además, funcionan como “esponjas” que retienen el exceso de lluvias y, al mismo tiempo, liberan agua en épocas de sequías. Por este motivo, son excelentes amortiguadores, tanto de tormentas e inundaciones como de incendios. A su vez, son fuente de una gran variedad de materia prima, lo cual los vuelve fundamentales para el bienestar económico, ambiental y social.

Desde el año 1991, nuestro país adhiere a la Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional (RAMSAR), en la que los países firmantes se comprometen a su conservación y uso sostenible. Sin embargo, estos ecosistemas no cuentan con una legislación que los proteja en Argentina.

Parque Nacional Ciervo de los Pantanos, provincia de Buenos Aires.

La evolución de la actividad agrícola mundial y el desarrollo de industrias extractivistas generaron la expansión de los centros productivos, en muchos casos hacia zonas de humedales. Se calcula que durante el siglo XX se perdieron o degradaron alrededor del 70 por ciento de en todo el mundo, tendencia que aumentó a partir del año 2000. Según las estimaciones del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, el año pasado se perdieron 328 mil hectáreas arrasadas por incendios intencionales en el Delta del Paraná.

El debate en torno a su protección

Recientemente, organizaciones socioambientales comenzaron a advertir sobre la necesidad de regular su utilización con un marco legal. Por ejemplo, su uso como tierras de descarte y su relleno con basura provocan que el agua se dirija a otras zonas que pueden inundarse, generalmente tierras bajas en las que viven personas.

Por otro lado, los datos indican que solo el 2,5 por ciento del agua del planeta es dulce y menos del 1 por ciento se encuentra disponible para su utilización, con lo cual la protección de estas reservas de agua dulce se vuelve prioritaria.

A raíz de ello se conformó la Red Nacional de Humedales, que exige la sanción de una ley bajo la consigna #LeyDeHumedalesYa.

Hasta la fecha existen 11 proyectos de ley presentados en nuestro país. En todos los casos, la intención general es lograr una definición precisa de los humedales, crear un Inventario Nacional y un Fondo Nacional de Humedales, establecer sanciones frente a prácticas destructivas y generar acciones de conservación.

Parque Nacional Iberá, Corrientes.

Sin embargo, otros sectores sociales plantean que no es necesario seguir sancionando leyes que incrementen las disputas territoriales, y que los distintos actores podrían ponerse de acuerdo para utilizar estos territorios de forma razonable y responsable.

Este año, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) realizará un mapeo de todos los humedales del país, para obtener datos sobre su cantidad y extensión, y elaborará una guía de buenas prácticas para una explotación sustentable. Estará listo para 2022 y servirá para optimizar el uso de los recursos productivos.