Diana Trujillo tenía 17 años y 300 dólares en el bolsillo cuando llegó a Estados Unidos. A pesar de que no sabía hablar inglés, la colombiana logró graduarse en ingeniería aeroespacial y hacer historia dentro de la NASA: se convirtió en la primera mujer latina directora de vuelo y fue la encargada de narrar un aterrizaje planetario en español por primera vez, en el marco de la más reciente misión hacia Marte, Mars 2020.
Nacida en Cali, Trujillo comenzó su relación con el espacio exterior buscando una vía de escape de un entorno social convulsionado. “Desafortunadamente había mucha violencia y mirar las estrellas era algo que me podía ayudar a calmarme", contó al diario El Mundo.
A sus 17 años, tuvo que migrar junto a su madre hacia Estados Unidos. Fueron a probar suerte, solo tenían 300 dólares en el bolsillo y no sabían inglés. Según recuerda, su partida estuvo marcada por las expectativas y las presiones sociales que sentía en su país de origen por el hecho de ser mujer. En ese entonces, la joven sintió que no quería acatar los mandatos culturales sobre qué tenía que hacer, cómo se tenía que comportar, cómo debía ser su apariencia y cuáles debían ser sus aspiraciones.
Una latina haciendo historia en Norteamérica
Durante tres años, Trujillo trabajó limpiando casas para ayudar en la suya, aprender el idioma y, eventualmente, poder pagar la cuota de la universidad. Su decisión de estudiar ingeniería aeroespacial estuvo íntimamente relacionada con reconocer el legado de algunas de sus precursoras: cuando leyó un artículo sobre el rol de otras astronautas mujeres que habían formado parte de misiones espaciales, supo que ese era su camino.
Desde entonces, no paró de estudiar hasta convertirse en la primera hispana gerente de operaciones del departamento de educación de la NASA. "Vengo al trabajo como una mujer hispana representando a muchas personas que no han pensado que pueden ser parte de eso, pero que pueden serlo en algún momento", remarcó en la entrevista.
La culminación de un sueño: Mars 2020
En 2011, Trujillo se unió al grupo de diseño del brazo robótico de Curiosity, una misión que buscaba establecer si alguna vez existió vida en Marte. Después, estuvo a cargo del grupo que examinó si podían comandar el robot con el software que usaban. Finalmente, su trabajo la llevó a convertirse en jefa de ingeniería del brazo robótico del Perseverance, el rover o robot exploratorio que forma parte de la misión Mars 2020, la más ambiciosa de la NASA hasta el momento.
Hoy, a sus 38 años, la colombiana es una de los cuatro directores de vuelo y la primera mujer latina en ocupar este cargo. Además, ha liderado varios de los procesos en la agencia aeroespacial. Ella está a cargo de dirigir el grupo que analiza lo que el robot hizo durante el día, ve cómo ejecuta las tareas y detecta si hubo algún problema. Con esta iniciativa, se recopilarán datos del pasado geológico del planeta y se registrarán sonidos e imágenes de la superficie para intentar hallar indicios de vida microbiana en el suelo marciano.
Aterrizaje en Marte, en vivo y en directo
Como si a esta historia le faltara algún condimento, con la llegada al planeta rojo el mes pasado Trujillo se convirtió en la encargada de llevar adelante la primera retransmisión de un aterrizaje espacial narrado en español. "Me siento extremadamente feliz de saber que tengo la oportunidad de ser parte de un grupo que puede cambiar la historia", reafirmó.
Con el Perserverance fue la primera vez que la NASA logró mostrar la secuencia completa de un aterrizaje en Marte. El trayecto fue transmitido en directo a través de la cuenta de Twitter y el canal de YouTube de la NASA. Los llamados “siete minutos del terror”, en los que el riesgo y la temperatura aumentan exponencialmente, culminaron con un grito de júbilo que tuvo eco en todo el mundo. Días más tarde, dieron a conocer el primer sonido obtenido desde Marte.
A raíz de sus experiencias, Trujillo ha participado en varias iniciativas para inspirar a jóvenes de América Latina a estudiar ciencias e ingeniería durante su carrera. Además, formó parte de la celebración de CBS del Mes de la Historia de la Mujer en 2008. Su historia de vida y su gran trabajo le valieron el Premio Bruce Murray del Laboratorio de Propulsión a Chorro por Excelencia en Educación y Participación Pública.